Tv Distrito- Los Intocables.
La ponencia que impartí en la Cumbre Mundial de Comunicación Política sobre “Cómo construir el líder político del futuro en tiempos de desafección” se cerró con un final disruptivo que causó gran interés y fue fruto de una entrevista en el programa de los Intocables de Tv Digital.
Como consultora política y, llegados a este punto, te planteas cómo se van a diseñar las campañas y el asesoramiento en el futuro. Cómo vamos a tener que “desaprender y aprender en la consultoría política tradicional”. Seamos realistas porque no queda mucho, ya se están haciendo pruebas, y en seis años las cosas habrán cambiado exponencialmente.
La Inteligencia Artificial que se aplica en las campañas electorales con la utilización del big data y la microsegmentación para dirigirse a los votantes y conocer su comportamiento en las redes: de lo que se habla, de quién y cuál es el favorito. Con ello, se tiene una foto de la sociedad, equivalente a las encuestas – incluso más exacto- para saber el porcentaje de intención de voto a las puertas de unas elecciones.
Sin embargo, vamos a una Cuarta o Quinta Revolución Industrial en la que se va a fusionar lo “físico con lo digital” y, como explica Macarena Estévez, CEO de Conento “llegará un momento en que no será necesario casi pensar”. Todo esto surge de la Ley de Simplicidad Tecnológica, que se viene aplicando desde hace tiempo y, aunque parezca se hayan dado grandes avances tecnológicos y a una estrepitosa velocidad, no hay comparación de lo que será entre 2025 a 2045 porque se “tenderá a infinito”.
Por eso, no es raro ni lejano, y será normal que estemos ante un candidato presidencial robot, y, por tanto, la comunicación política será muy diferente a lo que conocemos de las técnicas de estrategia, oratoria, discurso,relato, análisis online de datos, mensajes, entre otros.
Hay estudios que prevén que el mapa del cerebro esté desarrollado en 2040 y será muy común y, más que posible, que nos gobierne un presidente robot.
La disyuntiva está servida porque se puede pensar que si gobierna un robot es más fácil evitar la corrupción, pero a continuación uno se pregunta: ¿y si estuviera programado por un humano? ¿con qué fin? Es posible que, en 2045, las campañas electorales y todo esté infinitamente automatizado y sea más fácil y normal estar gobernados por presidentes robots.
Vamos a estar en sociedades híbridas en las que el humano se caracteriza porque siente y tiene emociones, pero la ciencia avanza y aunque esto no sea el problema, conviviremos con robots casi emocionalmente como los humanos. Y como comentó hace un mes Andrew Mcafee, CEO fundador del grande tecnológico, “necesitaremos a la mente humana porque va a ser, de momento, difícil conseguir esa parte de improvisación propia del ser humano aunque no debemos olvidar que los avances de la tecnología serán impredecibles”.
Sabemos que el voto es emocional y, por tanto, deberá desarrollarse ese componente natural de un humano, con capacidad para cambiar de opinión en el último momento, y si un robot será capaz de identificarse con su electorado.
Si la democracia que ahora conocemos como líquida, sin embargo es posible que, en unos años esté gestionada por centros de mando y control que gobiernen las decisiones de la sociedad con niveles de mayor transparencia y participación.
Los humanos seguiremos caracterizándonos por la imperfección, la indecisión, cambio o voto de castigo según la gestión de los políticos. Si bien es cierto, todo esto cambiará cuando convivamos con un presidente robot “perfecto” en la toma de decisiones.
De momento queda tiempo, pero no tanto. Pensemos cómo mejorar porque en 2045, ese avance de la tecnología a infinito da vértigo en el que esté automatizado todo e incluso la comunicación política.
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