Ponencia: “Construir al líder político en tiempos de desafección”

By 22 febrero, 2019 julio 7th, 2019 Home

La pasada Cumbre de Comunicación Política que tuvo lugar del 19 a 21 de febrero convirtió Madrid en la capital de la Comunicación Mundial Política.

Más de 250 asesores especializados acudimos al encuentro como ponentes dando lo máximo para aportar conocimiento, aprender de todos y conseguir la excelencia en este sector de la ComPol.

Coincido de pleno con Antonio Sola, creador de presidentes, cuando dijo en la Cumbre: “es el final de la democracia tradicional y estamos ante democracia digital en la que se han extinguido los dinosauros políticos”.

En la ponencia que impartí  “Cómo construir el líder político en tiempos de desafección” se hace un repaso a las características fundamentales de todo líder: visión, con nuevas ideas, tener dotes de coordinación, buen gestor y planificador, pasión, optimismo y se rija bajo los valores de la honradez, lealtad, humildad, resistencia, disciplina y modestia.

En primer lugar, quise hacer un guiño a la mujer – a tres líderes de la política- como Isabel I de España, la Católica, que ejerció el poder por sí misma y sus decisiones como la apuesta por el viaje de Colón, cambiaría el destino de España y del mundo; en segundo lugar a Eva Perón, defensora a ultranza de los derechos sociales y la igualdad entre el hombre y la mujer, marcaría un hito en Argentina con la aprobación de la Ley de Sufragio Universal en 1957; y por último a la monarca más longeva de la historia actual, Isabel II de Inglaterra representante política de más de 53 países de forman la Commonwealth. La clave de su liderazgo reside en una excelente y exquisita capacidad para moldear consensos además de la escucha y reflexión concienzuda.

El siglo XX y XXI  se caracterizan por el liderazgo de los grandes dinosauros como Martin Luther King, Barack Obama, Winston Churchill, Adolf Hitler, John Kennedy y Nelson Mandela. Y por ello, los líderes políticos en una época de desafección representada por el auge de los populismos y polarización necesitan reunir las características de los anteriores y las propias de estos tiempos.

El liderazgo de Martín Luther King se identifica por ser “transformador” y acérrimo defensor de los derechos civiles en USA. Amasó con su discurso grandes masas populares fascinados con su lema “I have a dream”.

Fue transgresor y transmitía ese aura de esperanza que todo líder posee. Aparece pues, la figura de un “salvador “que los ciudadanos necesitan y defensor a ultranza de la igualdad sin discriminación de raza o color de piel. Un activista que reuniría en la explanada del Capitol Hill, a 38 grados y en el mes de agosto de 1965, a más de 250.000 personas. Pronunciaría uno de los célebres discursos y entraría de un salto en la historia de Estados Unidos. Supo transmitir su ideal y sueño a los ciudadanos de la nación norteamericana.  Sería premiado con el Nobel de la Paz.

Más tarde, el sueño de Dr. King se hace realidad en la figura del primer presidente afroamericano, Barack Obama por su “credibilidad” y con el relato político: “Yes We Can” haría partícipes a la ciudadanía norteamericana que juntos podrían alcanzar lo que se propusieran.

En una época de crisis económica mundial supo identificarse con el electorado y transmitir un mensaje en el que era necesario un “cambio”.

El gran liderazgo de Obama es inherente a su persona. Bebió de los ideales de Martin King: su madre le pondría los discursos y la oratoria del gran activista cuando era pequeño. Un líder se hace o nace, y en Obama, se dan los dos factores: es natural y ha dedicado mucho entrenamiento. Sabe cómo utilizar la voz, el tono, cómo transmitir el mensaje.

El presidente número 44 de los EE.UU. es cercano, se deja fotografiar, conecta con el público y conoce el impacto que genera en los demás.

John Kennedy representa el sueño americano de una época. Es un político carismático.

En el primer debate político televisado y con la utilización de las primeras herramientas del marketing político, Kennedy marca un antes y un después. Vence a un Nixon cansado, nervioso frente a un joven y atractivo Kennedy con fluidez de palabra, frescura e inteligencia en las respuestas. Kennedy consiguió una gran empatía con el ciudadano.

La autoridad y la determinación es otro requisito característico de otro líder como Winston Churchill, que en un momento histórico marcado por el miedo, la incertidumbre y decepción, tomó el mando de su país y con determinación se convirtió en un icono político con su discurso “sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor”.

Como contraposición a este elemento vital de los líderes con autoridad, pero llevada al extremo y negativo está inherente en la piel más autoritaria y dictatorial del presidente Adolf Hitler.  De nuevo los líderes aparecen en época de crisis, y en los años 40, tiempos convulsos y de represión económica, el pueblo alemán carecía de un salvador.

En sus primeros discursos, la gente quedaba entusiasmado por su carisma, hablaba con convención. Ofrecía esperanzas para salir de la crisis, sin embargo, ese liderazgo al extremo llevaría a Alemania y a Europa al peor de los designios de la Historia.

En la época de desafección política actual, los políticos difieren de los anteriores por la falta de valores, interés e identificación del ciudadano con el político.

Son los tiempos más modernos y de avances tecnolólógicos, sin embargo, se ha instalado la polarización y populismos emergentes tanto en Europa como en América Latina haciendo desaparecer la democracia tradicional y pasar a la partitocracia en una sociedad líquida o VUCA (Volátil, Incertidumbre, Complejidad y Ambigüedad), a otra FRAGIL (Fanatismo, Redes, Altruismo, Globalización, Inequidad y Libertad).

Por ello, al nuevo político político en tiempos de desafección se le exige: ser innovador; parte activa de la sociedad colaborativa y responsable; interconectado y usuario de las redes; desafiante al hacer las cosas e incluso así mismo, tener una visión internacional, pero sobre todo, ser reconocido por los propios líderes internacionales, tener dotes o conocer la oratoria y discurso como parte nata.  Son tiempos de nuevas formas de liderazgos en la sociedad FRAGIL, pero no debemos olvidar poniendo la vista en un futuro de grandes retos en los que el avance de la tecnologia nos lleve a elegir y convivir con la figura de un presidente robot.

Pongámonos a confeccionar cómo será la consultoría de comunicación política…

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